Buscamos desarrollar el respeto a las normas que regulan la vida espiritual de las personas, respetando sus creencias, sus ideologías religiosas y políticas y fomentando los valores éticos en especial su libertad, su libre albedrío, la justica, el respeto a la vida, el derecho a la opinión y desmitificando prejuicios que atentan a su inteligencia y racionalidad. Uno de nuestros objetivos es fortalecer la fraternidad, la unión, la solidaridad en la familia, en los centros de trabajo y en las diversas instituciones en las que debe actuar cada persona, respetando su privacidad y los códigos y normas deontológicas de cada profesión.