Pentathlón Sonora 1.38

Unidades de Adiestramiento
Hermosillo,
Mexico

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Pentathlón Sonora Pentathlón Sonora is a well known place listed as Organization in Hermosillo ,

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FUERON ALTOS IDEALES LOS QUE DIERON VIDA AL PENTATHLON
El Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario cumple en 2010, 72 años de formar el carácter y la ciudadanía, en la Juventud mexicana, a nivel nacional y con energía nacionalista.

Tiene como finalidad suprema la grandeza de la Patria, porque se cree en la realidad heroica y futura; territorial y espiritual de la existencia de ella. Por lo anterior se fomenta el respeto a los símbolos nacionales, manifestándolo en hechos de servicio en favor del bien común y de una completa disposición de vivir y trabajar por nuestro país.

Fué un deseo de superación, una inconformidad con las circunstancias prevalecientes en la generación actuante, donde el egoísmo, la pobreza de ideales, el escepticismo estéril y la pedantería habían impregnado el ambiente. Fue el deseo de congregar a las mejores voluntades, para construir una patria próspera, libre y espiritualmente fuerte, lo que determinó que el Pentathlón naciera.

A las seis de la mañana del día 9 de julio de 1938, en una calle adyacente al viejo Estadio Nacional, cuando se reunieron por primera vez doce estudiantes de la Facultad de Medicina, a quienes se les ha dado el título de fundadores de la Institución, sus nombres son:

Alfonso de Icaza Icaza
Luis Saénz Arroyo
Andrés Luna Castro(q.e.p.d.)
Carlos Niño de Rivera(q.e.p.d.)
Angel Pérez Aragón
Joaquín de la Torre
Braulio Peralta Rodríguez
Carlos Von Retteg
Ginés Navarro Díaz de León
Fidel Ruíz Moreno
José Urbano Blanchet Ceceña
Jorge Jiménez Cantú
Además figuró como primer instructor, considerado también como fundador, el Teniente Gonzalo Hidalgo.

Las prácticas a partir de entonces fueron diarias, al amanecer; y desde ese día hasta ahora, se han reunido ininterrumpidamente grupos de jóvenes, que principian a trabajar diariamente, antes de la salida del sol, tratando de mejorar sus condiciones físicas bajo una cultura deportiva que mejora la salud, su agilidad, su fuerza y su resistencia. La autodisciplina, aceptada voluntariamente por los iniciadores fue de carácter militar, por considerar que ella ofrece oportunidades de ejercitarse en la obediencia y el honor; mejora y hace más pronta y fuerte la voluntad: orienta la agresividad matizándola de nociones de nobleza, de honor, de sacrificio y de íntima convicción de cumplimiento del deber.

Las prácticas y disciplinas militares del Pentathlón Universitario son un medio para lograr un mejor desarrollo integral; nunca han sido consideradas como un fin en sí mismos y menos aún se ha pretendido organizar un grupo oponente a nuestro Ejército, por lo contrario, siempre se ha fomentado en las filas del Pentathlón, sentimiento grato y cordial con nuestro Instituto Armado; muchas de sus normas formativas, han servido de ejemplo y estímulo; la amistad con personalidades cultas del Ejército, nos enteraron de la existencia de grandes valores positivos, que trabajan sin ostentación, sin codicia, con limpieza, propósito y con austeridad frecuentemente heróica. Hemos conocido hombres de gran talla moral, entre generales, oficiales y soldados.

Los núcleos juveniles del Pentathlón desde su origen han sido autónomos, jamás se pensó organizar estos núcleos para entregarlos a ningún cuerpo político o sectario, ni a autoridades universitarias, civiles o militares, para que fueran gobernados o administrados; el gobierno y administración de estos núcleos debería ser eminentemente, del seno mismo de la juventud con espontánea aceptación, sin forzamiento ni amenazas, ni inspirados en intenciones personales, económico o políticos. Así se pensó, así se principió y así ha sido hasta hoy. Esta es la característica singular del Pentathlón.

El Pentathlón ha enseñado que la Juventud debe capacitarse para resolver sus problemas, poniendo en juego su inteligencia, su intrepidez, su voluntad y su trabajo.

Enseñar al joven a valerse sin ayuda de nadie, es darle noción de sus posibilidades, crearle confianza en sí mismo, es despejarle el camino del éxito.
Convencer a la juventud que toda obra constructiva reditúa con provecho personal y colectivo, equivale a darle una verdadera noción de Justicia cuando también se les demuestra, que la apatía, la holganza, el parasitismo social, el abuso y la agitación disolvente, son actividades punibles que no merecen premio sino castigo.

Las ideas del Pentathlón pronto terminaron en el  ánimo generoso de la juventud universitaria, las actividades de los iniciadores fueron conocida en todas las facultades, aumentando el número de muchachos entusiastas, contribuyendo en sus ideas a un mejor desarrollo del programa de trabajo, el que se vió mejorado con las iniciativas, y las experiencias diarias; al hablar de iniciativas el Pentathlón ofrece la más amplia libertad que se expongan y se ensayen.

Es una costumbre que forma parte de los mismos principios, pedir a todos los miembros activos que sugieran ideas para mejorar los procedimientos, sin menoscabo de la disciplina; no sólo se permite la crítica sana, sino se fomenta en un ambiente de amistad abierta y sincera, en este sentido es una organización demócrata efectiva.

El respeto al individuo, como persona y el respeto al orden jerárquico en el proceso de las actividades constituye obligatoriedad de principios, sin embargo fuera de las prácticas, no hay diferencia de mayor o menor; en ninguna otra parte hemos tenido la oportunidad de ver compaginadas la camaradería con el respeto y la lealtad en las circunstancias de mando y de subordinación.

Los principios del Pentathlón no son privativos de una clase ni de una casta, por ende, no se limitan a los estudiantes universitarios, sino se extienden a toda la juventud de ahí que pronto se logró que en las filas pentathletas ingresaran muchachos del Instituto Politécnico Nacional, y de otras Instituciones educativas.
El deporte, las prácticas sociales, el fomento al amor, a la naturaleza avivada en nuestros magníficos escenarios de montañas, confirmó el propósito sustentado de hacer extensiva la organización a la juventud del campo, desposeída de alicientes, poco reconocida en su grandeza espiritual y su devoción a la Patria, como si el trabajo de la tierra tuviese la virtud de aproximar mejor al alma colectiva.

En muchos Estados de la República se organizaron grupos de Pentathlón, en pocos años miles de jóvenes tuvieron un tránsito esforzado y luminoso por una organización nueva, la vena fluida y constante de juventud dá al Pentathlón un carácter de perennidad, un constante principiar en el yunque del ideal.
Se congregaron y se congregan los jóvenes en trabajos de orden social y de beneficio común, este es uno de los capítulos más estimados del programa de actividades: las manos encallecidas por la pala, el pico, el azadón, tienen virtud de hacernos sentir nobles y recios.

¿Será posible que el pentathlón pueda servir de inspiración para que en un futuro se sirva a la Patria y se dignifique a la Juventud con un Servicio Social Nacional, Con una conscripción atlética y de trabajo social ?
Los hechos forman la historia del Pentathlón, su Código Fundamental, su Ideario, sus regocijadas anécdotas, sus personajes distinguidos de ayer y de hoy, permitirían escribir copiosamente; hemos querido circunscribirnos dentro de un espacio muy limitado a decir algo de lo que consideramos imposible de omitir, no obstante, en el cuadro pequeño de una instantánea, insistiremos en que la Institución es apolítica, pero ello no impide que cada joven sea definido en sus convicciones, no importando cuáles puedan ser; ninguna taxativa de orden político o religioso es impuesta, ni tampoco es permitida; se suman las afinidades y se omiten las discrepancias.

En este cuadro cabe mencionar a los Internados del Pentathlón que sirven a cuatrocientos estudiantes en la ciudad de México, desde el régimen presidencial del General Manuel Avila Camacho y que fueron propiciados por la ejemplar comprensión, desinterés personal y franca determinación de uno de los guías más entusiastas de la juventud, el doctor Don Gustavo Baz Prada personalidad distinguida de la cultura mexicana.

El Pentathlón Universitario es la organización de la Juventud mexicana que pretende la exaltación de la Patria y de los valores humanos. La nobleza de sus ideales le están instando un lugar de honor en la historia y uno muy señalado en la mente y el espíritu de quienes son capaces de conocer el bien y aspirar la verdad.
Los componentes del Pentathlón tienen conciencia de su misión y responsabilidad; con ánimo de soldado y de apóstol, luchan porque la unidad de los mexicanos, en particular de las juventudes, sea real y permanente.

En el Pentathlón no hay matices ni colores doctrinales o políticos ajenos al interés de la Patria; sólo se ostenta el sello característico del ciudadano verdadero, amante de su pueblo, exigente de sus derechos y celoso de sus responsabilidades, con aspiraciones de progreso espiritual y físico. La noción del valor del YO integral es clara, y más aún se concluye que la grandeza de los pueblos es la resultante de la grandeza de sus Instituciones y de sus individuos. El individuo, es pues, el ente fundamental para la acción de los conjuntos eficaces. No es una pieza aislada y sin discriminación, tampoco una masa amorfa; es una célula vital, componente de un organismo vigoroso.

La Universidad es crisol de ideas en evolución constante, de ahí, nació este brote germinal que prolifera ya, en toda la República. El joven del Pentathlón es un defensor de la libertad para practicar el bien, de la libertad ordenada. Es enemigo de la libertad como medio para burlar las leyes y de la libertad para practicar el mal, en este caso la libertad prostituida se llama: libertinaje vil.

La norma Pentathlónica es de carácter afirmativo, subordinada a la justicia social, la realización de los ideales de libertad y justicia social no se obtienen como limosna, ni como herencia, sino como conquista del diario trabajo en empresas que tengan como meta el bien común.

El auxilio prestado a quien lo necesita, es una obligación social imperiosa. Dar lo que sobra en beneficio de los que nada tienen, no es generosidad, sino apenas un deber mental. La fórmula "vivir de los demás", debe transformarse en "Allis vivere", "Vivir para los demás". La Patria tiene necesidad de ser fuerte. Sus cualidades. Sus ciudadanos necesidad de ser capaces y fuertes también. La Patria tiene la necesidad de ser honrada y grande. Sus Ciudadanos tienen la obligación de ser nobles y trabajadores. La Patria tiene la necesidad de ser UNA. La unidad nacional posible en un ambiente de responsabilidad, de justicia, de trabajo y mancomunados esfuerzos.

Estos son los propósitos del Pentathlón, al tratar de orientar la marcha de sus juventudes, creando lo hábitos disciplinarios óptimos. Reuniendo al mejor intelectual, al mejor atleta, al trabajador más apto, al hijo ideal, al noble amigo, al ciudadano responsable, en resumen: AL MEJOR HOMBRE.

" PATRIA, HONOR Y FUERZA "