Hace una década, cuatro productores -Foncueva (Sariego), Trabanco (Gijón y Sariego), Muñiz (Siero) y Peñón (Carreño)- apostaron por este producto sometido a un riguroso proceso de certificación y elaborado con veintidós variedades de manzana autóctona.
El resultado final es una sidra muy completa de aromas ligeros y finos.