Santería San Benito 3.86

Villanueva 929
Buenos Aires, C1426BMA
Argentina

Contact Details & Working Hours

Details

La historia de la Santeria San Benito está íntimamente ligada a la historia de los monjes y del monasterio. El elemento que une las dos historias es la Medalla de Nuestro Padre san Benito.

Pero cuando decimos "Medalla" estamos haciendo referencia a la Cruz que está grabada en ella, y que fue, en vida de San Benito, la que guió y acompañó toda su peregrinación y los acontecimientos de la vida cotidiana en su monasterio de Montecasino, Italia.

San Gregorio, al escribir la Vida de San Benito pocos años después de su muerte, pone en manifiesto cómo el Signo de la Cruz era para San Benito la fuente de la vida y de la presencia de Cristo, en medio de acontecimientos muy diversos: desde la bendición a un monje que comienza a hacer un recado, hasta una copa de vino envenenada con la cual lo quisieron matar.

La Cruz es el gran signo de la vida de San Benito. Y si bien la medalla fue creada muchos siglos más tarde, responde perfectamente a la importancia que ya tenia en el siglo 6.

Lo mismo sucedió con los monjes españoles originarios de Silos entre 1914-1916 cuando se instalaron en Buenos Aires. La Cruz, grabada en la Medalla de San Benito, fue su protectora y la que hizo posible que fueran afianzándose en estos lugares.

Tanto en el plano espiritual, como material, la confianza en San Benito y su Cruz fue de tal apoyo a lo largo de su historia, que rápidamente difundieron su valor, y los fieles de la zona comenzaron a buscarla y pedirla.

Vale agregar que la Medalla fue grabada en el edificio del monasterio, tanto en espacios interiores como exteriores, por ejemplo, el gran vitral frontal de la Parroquia actual. Además, la fiesta de la muerte de San Benito, el 21 de marzo, fue haciendose cada vez más conocida gracias al movimiento litúrgico que era muy intenso en torno a los años del Concilio Vaticano II. Los monjes publicaron la revista "Pax", que luego pasó a llamarse "Revista Litúrgica Argentina".

Es por esto que la "primera santería" ya estaba funcionando en 1942, al lado del portón del garaje actual. Es muy recordado el Padre Bonifacio que junto con un feligrés muy amigo de los monjes, llamado Estanislao, la atendían. Su contenido se limitaba casi exclusivamente a la Medalla de San Benito y algún folleto explicativo con alguna reflexión espiritual y litúrgica.

En el año 1970 pasa a ocupar el lugar actual, que era el antiguo baptisterio de la Iglesia Santo Cristo. Ahora los bautismos se comenzaron a hacer en la Iglesia "grande", dejando libre ese lugar que, en ese entonces, era muy reducido. Se limitaban a ofrecer nada más que la Medalla de San Benito, y algunos libros de espiritualidad.

A lo largo de los años 80 comienzan a incorporarse productos fabricados en el monasterio de Luján o producidos allí, desde mermeladas hasta huevos frescos de sus gallineros. Pero el espacio resultaba chico.

Debido a la escasez de lugar, se hace una remodelación general con el intento de ganar espacios y poder incorporar más cosas, siempre en referencia a San Benito y, además, agregando productos fabricados por otros monasterios benedictinos y trapenses.

El principio seguía siendo el mismo que el original: ofrecer a la gente aquellas cosas que los mismos monjes hacían, leían y usaban.

Las remodelaciones no daban abasto para poder ofrecer los productos de los distintos monasterios, y es por esto que se realizaron dos ampliaciones para llegar al estado actual.

Así, llegamos a la Santería tal como está hoy, con el objetivo de poder responder a la Fe de aquellos que se acercan a San Benito.