El compromiso educativo es el corazón de las religiosas franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo. Cada religiosa franciscana sabe que juega su vida por Dios y por los niños, intentando calificar su presencia para intervenciones cada vez más adecuadas a la realidad contemporánea.
Con la escuela, de todo tipo y grado, las Hermanas responden también hoy a la exigencia de una educación sistemática y de una formación crítica. Nuestra institución educativa es una escuela libre y abierta que coloca a los niños y la jóvenes al centro del proceso educativo, una escuela que, basada en la reciprocidad y familiaridad de las relaciones, crea un ambiente para que así puedan ser protagonistas en su crecimiento integral.
Nuestra propuesta de evangelización juvenil se organiza en torno a criterios, valores, actitudes evangélicas y experiencias de fe que constituyen la Espiritualidad Juvenil Franciscana. Se trata de un proyecto original de vida cristiana.