Muchas organizaciones intentan hacer frente al incremento requerimientos y demanda de servicios incorporando más empleados e infraestructura, cuando lo más indicado es realizar y liderar una profunda transformación de sus procesos, los cuales por lo general conservan una naturaleza estrictamente reactiva. En cualquier organización que crece, los procesos aumentan y, por lo tanto, acaban constituyendo una carga demasiado pesada de llevar adelante con la única ayuda de los métodos tradicionales. “El reacomodarse es una tarea compleja, pero lo más lógico y efectivo es optimizar los procesos, en lugar de ampliar recursos a fin de evitar los cambios necesarios para mejorar los procedimientos”, es en este momento donde aplicar una gestión basada en procesos, los cuales surgen a partir de las “mejores prácticas”.