Cuentan as malas lenguas, que en un remoto lugar de Piura, Liberato, un bohemio soñador y sin ilusiones, se enamoró perdidamente de una gringa recién llegada de Texas, al verla dijo cantado:
"¡¡Guaaaa!!, Yo quiero tu cuerpo, para que seas la madre de mis 3 churres."
La gringa sonrió y el romance comenzó.
El aroma de la carne a lo BBQ, las recetas del viejo oeste americano cambiaron el gusto del ceviche norteño por las hamburguesas a la plancha.
Liberato, volvió a a vida y empezó por fin a ser libre, a pesar de ser casado.
LIBERATOS
Rock and Burger.
¡Vive el momento, disfruta la vida!