“El Jardín de los Sentidos” posee características muy particulares. Fue diseñado siguiendo las referencias de los lugares considerados sagrados en las culturas precolombinas. Parte de su estructura está inspirada en la ciudadela “Chan- Chan”.
La medida utilizada para determinar la estructura del jardín tiene como base el pie moche, aproximadamente unos 30 centímetros de largo. Su área total abarca unos 600 metros cuadrados con un desnivel de 90 centímetros, lo que permite al visitante recorrer sin problemas sus dos islas y tres plazas.
Fragancias y sensaciones se entremezclan en este espacio natural (que también se erige como un parque de inclusión para los invidentes). Según sus forjadores, las gratas esencias permiten a los visitantes activar elementos mentales, propicios para combatir estados de ánimo negativos como la depresión o la cólera.
Otros ciudadanos, más audaces, presentan al “Jardín de los Sentidos” como una alternativa para la sanación a través de la técnica natural denominada aromaterapia, un concepto que une la pintura, la poesía y la creatividad.
Las plantaciones, básicamente nativas, han sido sembradas de acuerdo a su color, fragancia y hasta su incidencia en la memoria de los visitantes.