Hot Rod Perú 2.34

Es posible que la curiosidad por saber cómo funcionan ciertos mecanismos y la inquietud por ver el interior de estos, sea algo innato en el ser humano.

En mi caso, siempre fui curioso por desarmar los sistemas que se traducían en movimiento. Pero claro, mi gran problema era volverlos a armar.

El primer automóvil que "cayó en mis manos", fue un Ford 1928, que Javier mi hermano mayor había adquirido en 1964, de un tío que lo había dado de baja luego de usarlo durante años como grúa en su taller de mecánica.

En ese tiempo, el anhelo de muchos jóvenes, era tener su propia "carcocha" como en las películas y algunos las modificaban para hacerlas mas veloces.

En Estados Unidos, comenzaba la fiebre de los hot rods y los inocentes autos de universitarios como el de "Archie", empezaban a transformarse en bólidos con los que pocos autos nuevos eran capaces de competir.

Naturalmente la emulación en el Perú, era muy limitada y nuestros hot rods eran prácticamente caricaturas, cok las que te quedabas botado en cualquier momento.

Con el tiempo empecé a entender que un auténtico hot rod, no es un producto de mecánica empírica, sino el apoyo de la ingeniería y así con limitado conocimiento de esta, pero con mucho empeño y la ayuda de quienes si saben, logré hacer algunos hot rods de pura sangre.

Los invito a conocerlos.