Hay entre el viento que nos sopla a diario, hechizos y sueños que nos ayudan a existir. Está el azar y el juego como algo inevitable. También hay viajes, libros, mares y amares. Y ese afán por cerrar los ojos y ver las estrellas que guardan nuestros deseos. Son detalles que nos ayudan a mantener lo efímero en nosotros. Esos detalles están aquí, en El Agujero del conejo.