La corrección de textos, o llamado por algunos corrección de estilo, no apunta en absoluto a modificar la singularidad expresiva del autor.
De lo que se trata es de corregir los aspectos ortográficos, tipográficos y gramaticales de un original antes de que pase a diagramación e impresión. En esta etapa, se enmiendan errores de tildación, de mayúsculas, de concordancia, de puntuación, errores relacionados con el uso de preposiciones y conjunciones o con el mal empleo de formas verbales, el tratamiento inadecuado de números, abreviaturas y símbolos, el uso de extranjerismos y la falta de consistencia en la enunciación.
El hecho de que el original se ajuste a la normativa de la lengua española habla del respeto hacia el lector y asegura, además, que lo que usted como autor había deseado escribir sea entendido, efectivamente, de esa manera.
Un escritor no siempre tiene conocimientos técnicos y gramaticales suficientes para resolver todos los problemas que una obra plantea. En ocasiones, necesita una mirada externa, una visión distante y crítica que le permita mejorar el resultado de la obra.
Es importante mencionar que usted, como autor, mantiene el control total de su trabajo y, por lo tanto, es libre de aceptar o rechazar los cambios sugeridos.