El Castillo de la Inmaculada Concepción es una fortaleza de la época colonial, ubicada en el departamento de Río San Juan, Nicaragua. Fue construida a finales del siglo XVII sobre las ruinas de una antigua fortaleza de la época del rey Felipe II de España. La elección del lugar se debe a la intervención del ingeniero militar Martín de Andújar Cantos quién había llegado a la zona junto a Fernando Francisco de Escobedo con el fin de realizar una inspección. El motivo de la construcción de la nueva fortaleza era detener las invasiones de los piratas que incursionaban por ese río para saquear la ciudad de Granada. Entre el 29 de julio y el 3 de agosto de 1762 fue sitiado por los ingleses en la batalla del Río San Juan de Nicaragua y se salvó la fortaleza por la valentía de Rafaela Herrera, hija de don Pedro Herrera comandante del fuerte, quien acababa de morir cuando venían los piratas.Según los relatos, en la tarde del 2 de agosto (quinto día del sitio), en plena batalla, un gorrión entró a la capilla del castillo y cantó delante de la imagen de la Virgen María, en su advocación de la Inmaculada Concepción, salió y volvió a entrar allí. Al día siguiente los sitiadores se retiraron y los sitiados lo interpretaron como un milagro por el suceso del gorrión en la capilla.