De familia de artesanos, maestros tejedores del centro del país (Chiconcuac y Gualupita en el Estado de México) por generaciones, la familia López expandió fronteras instalándose en Guadalajara y comprando otras artesanías en ropa de toda la república. Desde Yucatán hasta Saltillo, con ojos visionarios amantes de lo mexicano, fueron seleccionando las mejores piezas, ahora con la óptica de 3 generaciones, que llevan filtros de tradición, calidad, herencia, diseño y tendencias de moda