Cuenta la leyenda que en un lugar muy lejano al norte de México existió un pueblo.
Nadie puede precisar de qué lado de la frontera estaba, algunos mencionan que la línea fronteriza pasaba por la mitad de la única calle que tenía el pueblo.
A este pueblo, llegaban a descansar, refrescarse, comer y beber en abundancia, aquellos personajes que no querían ser encontrados.
Era el lugar secreto de todos ellos, y de otros muchos más, y cuenta la leyenda que lo llamaban PUEBLO QUIETO.