Monasterio Casa Betania - Uayamon Iplycea 3.85

Somos un Instituto clerical de vida contemplativa con apostolado a cargo.

Se divide en 2 diferentes ramas: la religiosa masculina y la laical, cuyas encomiendas describiremos más adelante.

Fue inaugurado por Monseñor Ramón Castro Castro el 25 de marzo de 2008 en la capilla “San Diego de las Tres Cruces” de Pich.

Es un Instituto ‘Campechano’, ya que ha nacido en esta querida diócesis bajo la dirección del Obispo del lugar.

Carisma

El carisma es: “La Liberación y el Crecimiento Espiritual de las Almas”. Como se aprecia, tiene dos aspectos, uno llamado negativo y otro positivo.

La liberación a la que hace alusión el aspecto llamado negativo, consiste en ayudar a las personas a dejar el mundo del pecado, de la superstición, de la frecuencia a curanderos, magos, brujos, sectas. Ayudarlas a liberarse de la esclavitud del pecado, del demonio y de la carne. Rezamos por ellos, con ellos y sobre ellos, con la oración de liberación y, si fuera necesario con la oración de exorcismo, en caso de verdadera influencia diabólica.

La parte denominada positiva, se refiere al trabajo en pro del crecimiento espiritual de las personas. Esto es, su crecimiento en la gracia y el amor a Dios. Las ayudamos a través de la dirección espiritual, los ejercicios espirituales y retiros, predicación de novenas, conferencias, catequesis, clases de formación, etc. Y rezamos con ellos haciéndolos participar más activamente de la liturgia, en la Santa Misa, en la Liturgia de las Horas, en las vigilias, etc.

Por ser contemplativos, dedicamos una muy buena parte del tiempo a la oración, al silencio y al trabajo. Pero sin dejar de hacer nuestro apostolado, por cierto, en una proporción menor.

Rama Masculina

Nuestro Instituto es clerical porque está fundado y compuesto esencialmente por sacerdotes, pero admite también a los llamados Hermanos, estos son laicos varones consagrados como religiosos, pero sin ser sacerdotes. Tienen tareas un poco diversas a los sacerdotes pero el mismo carisma y espíritu. El color de nuestro hábito religioso es azul en honor de la Santísima Virgen María y lleva un escapulario también en su honor. Un cordón blanco franciscano nos recuerda la paternidad espiritual del Padre Pío. Queda abierta a la posibilidad de vivir vida contemplativa de estricta clausura, cuando se presente la oportunidad y las vocaciones, como también la de vida ermitaña.

Tercera Orden

"San Pío de Pietrelcina"



Son los laicos que participan de nuestro carisma y espiritualidad. Tienen el mismo escudo pero en lugar de decir: “Apóstoles del Inmaculado Corazón de María”, dice: “Tercera Orden San Pío de Pietrelcina”.

Tienen ciertas prácticas de piedad, dirección espiritual, retiros y formación que le proporcionan los sacerdotes y religiosas del Instituto.

Tiene tres niveles de participación, según el grado de compromiso con dicho Instituto. De menor a mayor grado sería de esta manera:

Tercer Nivel: Laicos Asociados

Pueden ser casados o solteros. Entran también los niños (apropiado a su nivel). Rezan por el Instituto, ayudan con su tiempo y materialmente, y son partícipes de las oraciones y sacrificios de todo el Instituto. Tienen un estatuto mínimo donde hay una pequeña reglamentación de deberes (compromisos asumidos) y derechos (privilegios concedidos). Estos, en resumen, son:

Compromisos Asumidos

Vivir en estado de gracia.
Ejercicios Espirituales de San Ignacio anual.
Rezar el Santo Rosario diario en familia (si por razones obvias no se puede, lo rezarán individualmente).
Adoración Eucarística frecuente.
Celebrar solemnemente la fiesta del Inmaculado Corazón de María (sábado siguiente a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús que se celebra, a su vez, 19 días después de Pentecostés, -tener en cuenta que Pentecostés a su vez cambia cada año). En esta fiesta, dentro de lo posible, se reunirá toda la familia de AICM, tanto religiosos como laicos, con una celebración especial.
Celebrar solemnemente la fiesta de San Pío de Pietrelcina, padre espiritual y patrono de la Tercera Orden.
Hacer la consagración a la Santísima Virgen, bajo la advocación del Inmaculado Corazón de María, según el método de San Luis María Grignion de Montfort.
Consagrarse a San Pío de Pietrelcina como hijo espiritual de él.
Hacer diariamente la Oración por la Orden y la Oración de Liberación por la Iglesia.
Privilegios Concedidos

Los miembros gozan de las oraciones y gracias de todo el Instituto.
Recibirán una medalla con el Inmaculado Corazón de María de un lado y del Padre Pío del otro.
Recibirán asimismo el escudo de la Tercera Orden.
Etapas que deberán recorrer

Pedir el ingreso y anotarse oficialmente. Recibirán la oración y se informarán del carisma y labores del Instituto.
Comenzarán haciendo Ejercicios Espirituales de San Ignacio, al menos, 5 días.
Se consagrarán al Padre Pío como hijos espirituales de él, luego de conocer su vida y prepararse. Se le entregará la medalla del Padre Pío y del Inmaculado Corazón de María.
Luego de una adecuada preparación harán la consagración al Inmaculado Corazón de María. Se le entregará el escudo oficial que deberán llevar en las ceremonias y encuentros del Instituto.
Segundo Nivel: Laicos Comprometidos

Es un nivel superior al anterior. Pueden ser casados o solteros. Entran también los niños (apropiado a su nivel). Viven dedicando un tiempo muy considerable a las prácticas de vida espiritual y al apostolado. Están estructurados y asociados. Tienen sus propios estatutos donde se establecen deberes (compromisos asumidos) y derechos (privilegios concedidos). Estos, en resumen, son:

Compromisos Asumidos

Vivir en estado de gracia.
Ejercicios Espirituales de San Ignacio anual.
Rezar el Santo Rosario diario en familia (si por razones obvias no se puede, lo rezarán individualmente).
Adoración Eucarística frecuente.
Celebrar solemnemente la fiesta del Inmaculado Corazón de María (sábado siguiente a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús que se celebra, a su vez, 19 días después de Pentecostés, -tener en cuenta que Pentecostés a su vez cambia cada año). En esta fiesta, dentro de lo posible, se reunirá toda la familia de AICM, tanto religiosos como laicos, con una celebración especial.
Celebrar solemnemente la fiesta de San Pío de Pietrelcina, padre espiritual y patrono de la Tercera Orden.
Hacer la consagración a la Santísima Virgen, bajo la advocación del Inmaculado Corazón de María, según el método de San Luis María Grignion de Montfort.
Consagrarse a San Pío de Pietrelcina como hijo espiritual.
Hacer el voto de Filiación, Servicio y Reparación al Inmaculado Corazón de María.
Participar, dentro de lo posible, de la Misa y comunión diaria.
Confesión frecuente, no dejar pasar el mes.
Retiro mensual (de medio día).
Oraciones de la noche con examen de conciencia. Oraciones de la mañana y bendición de los alimentos.
Al menos, media hora diaria de meditación delante del Santísimo Sacramento o, si no se puede, en otro lugar.
Rezar laudes y vísperas.
Leer con frecuencia las Sagradas Escrituras.
Anotarse en turnos de adoración, en la adoración perpetua, al menos una vez al mes.
Participar de los cursos de formación filosófica y teológica que se dicten, con aprobación de los mismos.
Dedicar un tiempo considerable semanal a las actividades y apostolado de AICM.
Hacer diariamente la Oración por la Orden y la Oración de Liberación por la Iglesia.
Privilegios Concedidos

Los miembros gozan de las oraciones y gracias de todo el Instituto.
Recibirán una medalla con el Inmaculado Corazón de María de un lado y del Padre Pío del otro.
Recibirán asimismo el escudo de la Tercera Orden.
También recibirán el uniforme del Instituto para ser utilizado en los casos específicos en las diversas actividades.
Podrán hacer el voto de Filiación, Servicio y Reparación al Inmaculado Corazón de María.
Etapas que deberán recorrer

Pedir el ingreso y anotarse oficialmente. Recibirán la oración y se informarán del carisma y labores del Instituto.
Comenzarán haciendo Ejercicios Espirituales de San Ignacio, al menos, 5 días.
Se consagrarán al Padre Pío como hijos espirituales de él, luego de conocer su vida y prepararse. Se le entregará la medalla del Padre Pío y del Inmaculado Corazón de María.
Luego de una adecuada preparación harán la consagración al Inmaculado Corazón de María. Se le entregará el escudo oficial que deberán llevar en las ceremonias y encuentros del Instituto.
Harán el Voto de Filiación, Servicio y Reparación al Inmaculado Corazón de María. Y podrán vestir el uniforme del Instituto.
Primer Nivel: Laicos Consagrados

Por último, en el nivel más alto, estarán los laicos consagrados. Emiten votos de pobreza, castidad y obediencia; también hacen el cuarto Voto de Filiación, Servicio y Reparación al Inmaculado Corazón de María. Viven consagrados exclusivamente a Dios. Pero trabajan en el mundo y viven con su propia familia, o solos, según el caso. Tienen sus propios estatutos donde se establecen deberes (compromisos asumidos) y derechos (privilegios concedidos).

Por ser ya consagrados, los derechos, deberes y etapas serán especificados en un libro aparte, de acuerdo al Derecho Canónico y al Derecho Propio del Instituto.