Después de algunos años de fundar a las Consagradas del Santísimo Salvador en julio de 1990, nacieron los Consagrados. El título canónico de ellos, los Hermanos, es todo esto: Una Asociación Pública de Fieles, con Propias Constituciones y Estatutos, Fundada para Convertirse en Instituto de Vida Consagrada de Derecho Diocesano. Su nacimiento fue del modo más simple:
A la vez que yo caía en cuenta que el clero, en general, no quería salir a las Santas Misiones, ni en sus propias parroquias, ni para confesar ni para ofrecer la Eucaristía, los primeros jóvenes varones se me acercaron preguntando:
¿No hay nada para nosotros? -es decir, que si habrá para nosotros una Orden varonil con el mismo carisma de las Consagradas.
El amado Obispo José Maclovio acababa de morir, y fui a ver al sacerdote Administrador Apostólico de la Diócesis de Autlán:
Padre Francisco Robles. Muy amable su manera, y breve la conversación:
Robles: “¿Hablaste de este asunto alguna vez con don José Maclovio (el Obispo difunto)?”
Pablo: “No”
Robles: “El Obispo José Maclovio, ¿alguna vez te prohibió fundar a los Consagrados?”
Pablo: “No”
Robles: “Pues adelante.”
Así recibí, viva voce, permiso para comenzar el noviciado de los Consagrados.
Palabras escritas por nuestro fundador el P. Pablo Straub C. Ss. R. ✞