La Jurisdicción Sanitaria tiene la responsabilidad de planear, programar, dirigir y controlar la prestación de los servicios de atención médica a la población en su área de circunscripción, así como de coordinar y promover los programas institucionales de salud pública, las acciones intersectoriales con instituciones y autoridades del sector público, privado y social, y con todas aquellas que pueden contribuir al mejoramiento de la salud de la población.