En un deseo intenso por que estas generaciones y las que continúan puedan ser capacitados con herramientas para que se atrevan a vivir una vida cristiana genuina con poder y libertad en el Espíritu Santo.
Que en una búsqueda verdadera el fuego de la presencia de Dios se extienda a cada congregación avivando el anhelo por su santidad y honrarle como es debido.
El ver una generación transformada por su presencia, siendo provocados a ser radicales
y a su vez deseosos de ser como Cristo Jesús, al grado de dar todo por servirle solo a aquel que nos a llamado por medio de su salvación (1 Timoteo 4:6-13)
Un propósito muy claro es poder reunir a la juventud cristiana, para que ellos puedan entablar relaciones en amistad sabiendo que al confraternizar con otros jóvenes que comparten un mismo ideal y una misma fe puedan sentirse identificados entre ellos en una generación con falta de identidad.