En la actualidad la Orden se ve enviada a predicar en el ‘continente digital’, realidad que también necesita ser evangelizada. Los avances tecnológicos nos ofrecen un poderoso instrumento de predicación. Internet y las redes sociales se han convertido en un nuevo púlpito que nos sirve para el anuncio y para propiciar el diálogo y la interacción en una sociedad polarizada y dividida (ACG Bolonia 2016, n. 76).