La inversión de esta magna obra fue de 40 millones de dólares, dos arquitectos norteamericanos Carrano y Wickenburg de Nueva York y sus homólogos mexicanos Atilio Bazaretti y Arnoldo Ochoa fueron los responsables de realizar la construcción de los edificios inspirados en diseños de los grandes hoteles europeos con el toque de la Riviera Dorada del Pacífico Mexicano.