El Bierzo es cada gota de agua que pinta de verde,
alimenta y esculpe hasta el más recóndito rincón.
Es cada leyenda, cada historia de nuestros mayores, cada huella del pasado.
Es la savia que nutre a cada castaño centenario, a cada retorcida cepa.
Es cada mesa puesta con un plato de más,
cada estrella que contemplamos desde nuestros privilegiados balcones,
cada camino,
cada paso de peregrino.
Es cálido,
es frío,
romántico y atrevido,
ancestral,
moderno,
tranquilo y reflexivo.
Es cada templario,
cada castillo.
El Bierzo es la esencia del Noroeste,
es tuyo, es mío.