Taberna del Mozárabe 2.78

En la puerta, nos invita a entrar Gabriel, arcángel de la Anunciación, justo antes de anunciarse a San Isidoro de León. A su lado, Henoc se echa las manos a la cabeza por la locura que cometemos. En las alturas, la Ciencia inyecta sus saberes a los que enseñan no se sabe que. Entrando, a la derecha, Marcial, el "Copero", ofrece su vino, mientras a la izquierda se celebra la Opípaea Cena. Los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgan pugnando, perdidos en torno a vidrios, luces y cafeteras, buscando su Beato de Liébana. Los evangelistas se duplican por efecto del vino.Nosotros huimos por el arco del fondo entre teselas de mármol, perseguidos por la cenefa romana que se arrastra por el suelo. Entre la cueva amurallada está la mazmorra para impertinentes, sectarios, aburridos y malos pagadores.
Aquí no encontrará hamburguesas, chicles, ni palomitas, Buscamos gentes tranquilas, alegres, permisivas. Si usted es así, ha encontrado su lugar. Somos mediterráneos.