En Naranjas Jiménez intentamos mejorar cada día: nos preocupamos en ofrecer unos productos de inmejorable calidad. Y por ello reducimos el periodo entre la recolección y su consumo de forma que llegue a nuestros clientes con la máxima frescura. El fruto es recolectado dentro de la finca y allí mismo es seleccionado, calibrado, envasado y etiquetado con la marca Jiménez, un sello que acredita la procedencia y garantiza la calidad del producto.