Los cimientos de la Escuela se conforman a partir de una reflexión profunda y viva en torno a cómo queremos impartir la danza, qué importancia consideramos que tiene en el desarrollo integral del alumno, cuál es su proyección social y cultural.
En los primeros años se indagó en torno a nuevas formas de vivir la danza, se buscó crear un modelo pedagógico innovador que fuese una herramienta valiosa para despertar e incentivar el potencial universo de cada uno de nuestros alumnos.
La evolución de la Escuela se ha desarrollado en un marco transversal donde el valor del trabajo en equipo y la riqueza de la diversidad han primado. Profesores, metodologías, estilos, técnicas se han ido incorporando a lo largo de los años y han dispuesto de un amplio espacio para su desarrollo pedagógico.