La escuela de La Sorrueda, como comúnmente se le conoce en el lugar, se ha convertido en una coqueta casa donde se ha primado el equipamiento y la confortabilidad.
Su distribución, centraliza los servicios más usados en las zonas más amplias y con conexiones a los patios exteriores para disfrutar del paisaje, del clima, de los sonidos y hasta de un momento relajante en el jacuzzi.
Para no desconectar y hasta combinar ocio/trabajo se cuenta con un ordenador con conexión wifi.
La apuesta de sus propietarios por el máximo confort y su implicación medioambiental, garantizamos unas estancia saludable en un marco incomparable.