"Sabiendo que la Pasión de Cristo continúa en este mundo hasta que Él venga en su gloria, compartimos los gozos y las angustias de la humanidad, que camina hacia el Padre. Deseamos participar en las tribulaciones de los hombres, sobre todo de los pobres y abandonados, confortándolos y ofreciéndoles consuelo en los sufrimientos.
Por el poder de la Cruz, que es sabiduría de Dios, trabajamos con ilusión por iluminar y suprimir las causas de los males que angustian a los hombres. Por este motivo, nuestra misión se orienta a evangelizar mediante el ministerio de la Palabra de la Cruz, a fin de que todos puedan conocer a Cristo y el poder de su resurrección, participar en sus sufrimientos y configurarse a Él en su muerte para alcanzar su gloria. Todos participamos en este apostolado, cada uno según las posibilidades, las aptitudes y los servicios que le sean encomendados".
Const. 3.