Invitarlos a Malevo no es una invitación a un restaurante más, es invitarlos a nuestra casa en Medellín, que es nuestro hogar lejos de Argentina.
Cada plato y cada canción que suena es un viaje a la cocina de la abuela, a las recetas de familia , al horno de barro y sus secretos fundidos en el tiempo, la parrilla y su folclore, la fonda porteña, los sabores de nuestra historia. Es lo que queremos trasmitir y compartir con ustedes, esa mezcla de nostalgia y alegría que se cocina en nuestros fuegos y se enciende en nuestros corazones cada vez que abrimos las puertas de nuestra casa, una casa de puerta y brazos abiertos.