El restaurante en sus diferentes ambientes lo invita a soñar despierto, permitiéndole exaltar todos sus sentidos, degustando un exquisito plato de trucha al mismo tiempo que contempla la esbeltez de las palmas de cera inmersas en la imponencia de las montañas que nos enamoran con sus diversas formas y gran gamas de verdes que se confunden con el azul del cielo.