En el siglo X, en Sain Gall, la famosa abadia Suiza vivia el monje Benedicto magnus, quien era el encargado de proteger y elaborar las más exquisitas cervezas para el monasterio y quien a su vez introdujo la costumbre de hacer diferentes tipos de cervezas.
Años mas tarde después de su muerte fue canonizado y proclamado patrono de los cerveceros alemanes.
Es por eso que le rendimos homenaje al santo patrón con nuestras
cervezas de la mejor calidad.