HumanizArte SAS 2.15

Acababa de iniciar el año 2008 y en aquel entonces, el estudiante de pregrado en psicología Fabio Andrés Coral Torres vivía su juventud más apasionada y desordenada que cualquiera pudiese recordar.

Con tan sólo 18 años se había enamorado de su saxofón, su guitarra, sus pinturas y sus líneas de textos infranqueables, pero sin lugar a dudas, su más grande amor le llegó en las historias fantásticas de aquel docente barbado, de canas y sonrisa fiable, con la sazón de “The Beatles” y un entramado algo tétrico que titulaba “Lo que NO ES psicología humanista”.

Ese fue el comienzo de aquello que impulsaría la identidad del quehacer humanista, de los conceptos y de la innovación que poco a poco fueron llegando a convertirse en una telaraña que junto a la formación en música y artes visuales representaría para Fabio Coral el argumento más sólido de transformación psicológica y social en psicoterapia.

Llegado el año 2009 comienza una carrera investigativa de soledad y autonomía sobre psicología humanista-existencial, que para el final de ese año ocurría un magno encuentro con la psicología gestalt, esa que perforó en las venas del aún estudiante en psicología, la necesidad por encontrarse vivencialmente con todo aquello que la teoría dictaba, con esos asuntos que en la práctica parecían adherirse tan fácilmente a la realidad humana, a sus propias experiencias de dolor y dicha, a su neurosis y a su innegable pasión por las artes desde los escenarios musicales o las galerías de arte, hasta los escritos innumerables y su gusto por la cultura y su vida personal.

Así, van llegando autores en libros y cientos de publicaciones para enriquecer ese mundo fascinante pero aún en descubrimiento que se tornaría en investigaciones académicas de diversas asignaturas, como el pilar de investigación, sus temas y los escenarios hasta su cordura crítica que siempre fue enaltecida.

Durante los años 2010 y 2012 entraron con batuta arteterapeutas latinoamericanos extranjeros y nacionales que a pesar de la poca visibilización y de la escasa investigación en Colombia, abrieron la caja de pandora de esos conocimientos que les habían dado aquel título de posgrado, y con ello, un panorama comenzó a vislumbrarse para Fabio Coral en aquel tiempo: el de su trabajo de grado para optar al título como psicólogo, pero faltando un trecho entre la idea y el grado, inició el diseño de lo que llamó “Programa Psicoterapéutico Humaniz+Arte - PPHA”, con el cual lucharía incansablemente escribiendo, probando y borrando, hasta entonar afinado aquella prueba piloto que surgiría en su práctica como psicólogo.

Aquella prueba piloto fue un rotundo grito de victoria, la sonrisa de niños, la transformación de máscaras crueles y tiranas en gestos y acciones que acariciarían las aclamaciones diciendo “gracias”, un mural que dejaron 5 meses de arduo trabajo con quienes Coral vivió siendo un “paciente” más del PPHA, de ese trabajo académico obligatorio que resultó en una experiencia lúcida de aquello que le hacía sentir humano, de aquello que sí era psicología humanista, de eso que sí eran artes y de eso que sí dejó visible la cara de un nuevo programa psicoterapéutico gestalt y artístico en una misma esencia.

Tras aquel logro, Coral tomó las riendas de su programa psicoterapéutico y comenzó a investigar aún más sobre cada elemento olvidado, sobre cada cosa que aun parecía faltar, lo que logró fue consolidar poco a poco su trabajo de grado para optar al grado de psicólogo, que a pesar de los baches y en ausencia de reconocimiento, engranó su práctica, la gestalt, un nuevo tema para corroborar su programa, las vivencias, los discursos y lo innombrable con sus participantes de la prueba piloto del PPHA y todo eso nuevo que ocurrió tras dos años que se convirtieron en ese aglomerado investigativo que tras el grado como psicólogo, decidió enriquecer y darle más que cuerpo, experiencia como Humaniz+Arte.

Cercano a finalizar el año 2015 y ya con luces y capacitaciones administrativas y gerenciales, con un proyecto financiero, de marketing y operativo hasta su máxima expresión, narraría la historia de una metamorfosis conocida como “trabajo”, luego “proyecto”, luego “prueba”, “vivencia”, “psicoterapia” y finalmente “Humaniz+Arte”, siendo todo lo dicho, el proceso para crecer.

Así nació Humaniz+Arte pero se enriqueció y dio sentido a su práctica ética y a su filosofía, cuando para Coral fue hora de estrellarse con grandes ideas, con ese sentido humano y con las más altas expectativas en el mundo laboral, en lo público, en lo privado y donde fuese que encontraría realidades devastadoras, la tristeza a flor de piel, solo y desarmado con lo real, rodeado de “gente” preocupada por la realidad humana, por el país, por el desarrollo humano o económico y social, pero desgraciadamente acuñados y marcados en sus manos con la codicia o simplemente con vendas del quehacer contractual.

Fueron muchas realidades que compartían afinidades, quizá los pies descalzos o el hambre, quizá las estadísticas nacionales tan favorables mientras la miseria rondaba a los pies del joven profesional con alma social, o quizá las ordenes desmesuradas que lineamientos y normas tratan de papeles y menos de personas, de la espalda y el puñal que para muchos está bien, pero ahí donde todo puede ser, Coral añade a su lucrativa idea la chispa que le festejaría la tristeza: Humaniz+Arte ahora tendrá un área lucrativa y otra no lucrativa que vivirá por sí misma, porque alguien debe mantener una Brigada voluntariada, y claro, los otros servicios de psicología y las relaciones comerciales van a ser el centro de gestión económica para hacer más con más.

Y desde ahí, recordar el “+” que para Coral resulta ser su argumento más fiel: “Humaniz+Arte es más que arte, es más que psicología humanista, es más que gestalt, es más que su teoría o su metodología, es más que el paciente o el terapeuta, es simplemente cuestión de perspectiva: es más; es la apuesta a lo humano, es la suma de acciones, es tu y yo como un nosotros, somos juntos sumando donde todo resta y divide”.

Y al fin llegando junio de 2017, Humaniz+Arte entró al proceso de legalización como Sociedad por Acciones Simplificadas para ir hasta el papel, para transformar y crecer, para ser garantía de muchos que sin decirlo ya son parte de HumanizArte S.A.S.

Hoy, HumanizArte S.A.S. es una promesa con las personas, con el desarrollo del arte humano, con la posibilidad de transformar y de crecer.