Col La Inmaculada 3.08

En la Hacienda La Mana, Vereda Yerbabuena, vivían las Stas. Sofía y Paulina López Pumarejo, hermanas del Doctor Alfonso López Pumarejo (en dos ocasiones Presidente de Colombia) y tías del ex presidente Alfonso López Michelsen. Doña Sofía, viendo la necesidad de las gentes humildes de la vereda y el crecimiento de población que estaba experimentando esa zona, pensó en fundar una escuelita que fuera dirigida por religiosas y le contó su inquietud al Rvdo. Padre Manuel Canóniga, Agustino.

Este Padre español, destinado por su Comunidad en Colombia, era muy amigo y seguidor de Madre María Pilar Izquierdo, una mujer joven y enferma de Zaragoza, España, quién en 1939, fundó una congregación de religiosas que se dedicaba a atender todo tipo de necesidades sociales: Obra Misionera de Jesús y María. Por medio del Padre Manuel, esta Comunidad Religiosa, había llegado a Colombia hacia el año 1950 y en 1953 ya las puso en contacto con Doña Sofía por otros asuntos. En 1964, nuevamente el Padre Manuel Canóniga, le propone a estas religiosas para cumplir su deseo de fundar la Escuelita.

Doña Sofía cede una parte del terreno de la Hacienda La Mana a las Religiosas a cambio de que cuiden de ellas dos hasta su muerte, deseo que fue cumplido con cariño y dedicación. Además, Doña Sofía, preocupada también por la formación de Sacerdotes y Religiosos, expresa su deseo de que las Religiosas pudirán tener también una casa de formación y semillero de futuras Misioneras.

Las Misioneras de Jesús y María iniciaron la labor con las señoras del sector impartiendo clases de modistería, artesanías, orientación para el hogar y catequesis, a la que también acudían sus esposos e hijos. Para los niños se empezaron las clases, iniciando labores académicas formales con 8 niños y para ello, con ayuda de todos, se adecuaron unos antiguos galpones que había en la finca.

En 1977 se hicieron las primeras diligencias para obtener los debidos permisos de fundación y Licencia de funcionamiento ante las autoridades educativas, logrando la aprobación del Preescolar y Básica Primaria, pudiendo atender niños y niñas no sólo del sector sino también de sectores vecinos.

El número de estudiantes iba aumentando, por lo que se solicitó el permiso correspondiente para iniciar los grados de Bachillerato, en este caso sólo femenino, pues se tenía la intención de que éste fuera el primer semillero de futuras vocaciones religiosas. Así pues en 1990 se comienza con un primer grupo de niñas en grado sexto, debiendo impartir las clases en las instalaciones de nuestra casa conventual por no disponer todavía de espacio suficiente. El 1 de julio de 1991 se empieza la construcción de instalaciones para Bachillerato, terminando en 1993.

En agosto de 1997 se autoriza la ampliación de los grados décimo y undécimo para el año 2000, pudiendo entregar la primera promoción de bachilleres en el 2001.