La intermediación laboral se compone de la inscripción en la OMIL y de la colocación. Esta corresponde a una entrevista personal a través de la cual el colocador, mediante un proceso técnico, coordina la oferta y la demanda de trabajo, con el propósito de verificar el perfil requerido y orientar sobre el puesto de trabajo ofrecido, con el objeto de ser enviado a postular a este. Posteriormente la OMIL contacta al empleador para verificar los resultados, que pueden ser colocado, no colocado, rechaza vacante o no se presenta a la entrevista.