Parque Hostal Los Cahueles de Quicavi 3.62

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Quicavi Pasaje Uno
Quemchi, 5720000
Chile

About Parque Hostal Los Cahueles de Quicavi

Parque Hostal Los Cahueles de Quicavi Parque Hostal Los Cahueles de Quicavi is a well known place listed as Travel/leisure in Quemchi ,

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Parque/Hotel CAHUELES DE QUICAVÍ
A veces sucede como en un sueño. La luz, el color fragante, el sonido vegetal y el canto penetrante de los pájaros, los árboles altos como las nubes, el colchón de hojas crujientes al caminar. Atravesar un bosque es una experiencia onírica; más profunda si es en Quicaví.
Los boquis caen a nuestro paso, como canastos desarmados; las luzuriagas se trenzan en las lumas con sus bochas anaranjadas, zarcillos de la Fiura. El viento es el lenguaje del monte.
Quicaví es una ensenada en la Isla Grande de Chiloé, frente al Archipiélago de las Chauques. Territorio de hechiceros cuenta la leyenda. Aquí estableció cuartel la Recta Provincia –una organización clandestina de brujos - en el siglo XIX.
Sergio Pérez fue director de la escuela de Quicaví por 17 años. En ese periodo su colegio alcanzó prestigio nacional con un canal de televisión local. Hoy este profesor jubilado inicia un nuevo desafío: la construcción de un complejo hotelero al interior de un bosque nativo, frente al cordón cordillerano del Reloncaví. Se levanta aquí un impresionante paisaje pleistocénico con los volcanes Osorno, Llanquihue, Michimahuida, Corcovado y, entremedio emerge el Golfo de Ancud y el archipiélago de las Chauques, con siete islas en bajamar y 14 en pleamar.
Este mediterráneo es ruta de CAHUELES, como llamamos a los delfines en Chiloé.
El proyecto se instala en un escenario ideal donde la naturaleza y el chilote son los anfitriones. Los respalda una profunda cultura espiritual anclada ancestralmente en el mundo mapuche y en el español. Ellos domeñaron esta intrincada geografía y la hicieron navegable. Le construyeron dalcas, mitos y leyendas. Fundaron territorio/maritorio. En este lafquenmapu, en este bordemarino, gran parte de nuestras comunidades trazó el patio de sus juegos y diseñó sus primeras utopías.
EL PARQUE CAHUELES
Son doce hectáreas de vegetación que recorren la costa oriental de Quicaví. Bosques siempreverdes, con árboles de hojas anchas (follaje laurifolio), adaptados a un clima templado-lluvioso con especies propias del bosque chilote.
Las Criptógamas, principalmente helechos, musgos, hepáticas y líquenes, son extraordinariamente abundantes, como epífitas sobre los troncos, en sus ramas o en el suelo. El tique u olivillo es propio de los barrancos litorales de esta costa oriental, asociada a distintas especies arbóreas de la familia Mirtáceas, como la peta, la patagua y el arrayán. Es un bosque muy rico en epífitas y enredaderas no tanto de coigüe y ulmo, la asociación más representativa del Bosque Valdiviano. Otras especies arbóreas características de aquí son: quiaca, avellano, radal, espino chauchau o negro. La quila forma a veces espesuras impenetrables (quilantales) bajo el dosel.
El bosque Nordpatagónico también se hace presente con coigüe, canelo, tepú, tepa, huinque, luma, tenío y los mañíos macho y hembra.
El sotobosque enriquece este espectáculo con un intrincado mundo de insectos, el decorado de las hepáticas, el verdor de los musgos, la transparencia de los helechos, los mil colores de los líquenes, con aves y sonidos que una plantación de pinos no puede entregar.
Las enredaderas y epífitas lo adornan profusamente. Resaltan las cobrizas quilinejas (Luzuriaga), especialmente por sus bayas anaranjadas y las hermosas flores tubulares rojas de las Gesneriáceas polinizadas por picaflores: la estrellita, la medallita y la botellita. Las Criptógamas del sotobosque son notables; destacan por su abundancia, tamaño y belleza las variedades de ampes y quilquiles (costilla de vaca), y las epífitas de Hymenophyllum (sedas), entre los helechos. Sin embargo, son las diminutas especies no vasculares las que sorprenden por su extraordinaria diversidad: las barbas (Usneas) y los fosforitos, entre los líquenes; la enorme y delicada diversidad de los musgos (134 especies); las extrañas formas de las orejas de palo, los changles y dihueñes, entre los hongos. Finalmente unas 160 especies diferentes de hepáticas adornan el paisaje vegetal con la delicada filigrana de sus talos.