Somos una familia de pequeños productores apícolas que durante más de 30 años entregamos nuestros productos a la comunidad del Valle del Huasco.
Este sueño se inicia sólo con 12 colmenas, mediante un proyecto colectivo liderado por religiosas que se encontraban en la comuna de Freirina.
Hace una década se integran al trabajo nuevos actores, con los cuales se ha podido desarrollar aún más nuestra actividad apícola en el territorio.
Hoy nos convertimos en “Colmenares Desierto Florido” gracias al esfuerzo tenaz de los que comenzaron este camino María Campillay y Homero Godoy.
Nuestro horizonte es permanecer en el último valle fértil antes del desierto más árido del mundo, trabajando bajo principios como la solidaridad, el esfuerzo y el amor por nuestro territorio.