No hablaré en plural pretendiendo ser una gran empresa. Soy un emprendedor ofreciendo un producto y servicio distinto y personalizado, hecho con dedicación e intentando empatizar con el afecto que mis clientes desean plasmar en los trabajos que me solicitan.
El uso de las etiquetas es muy variado, desde un mensaje cariñoso para portar en la billetera o pantalón, hasta para publicitar tu negocio, organización, club, etc. mientras caminas por las calles de tu ciudad. Los límites los pones tú.