PF Alfarería Contemporánea 3.19

El gres es un material cerámico vitrificado, duro e impermeable que se obtiene mediante la cocción a altas temperaturas de una pasta de arcilla y arena con cuarzo. Justamente difiere de la cerámica común por estas características, la temperatura de cocción de la losa común es menor. Otra característica propia del gres es que en general cada alfarero trabaja su propio gres y sus propios esmaltes, cuyas fórmulas químicas son cuidadas celosamente. En el caso de las losas de baja temperatura los esmaltes y pastas son estándar y se compran listas para usar en las ceramiquerías.
La arcilla de gres debe ser lo suficientemente elástica para poder ser tratada en el torno, donde se le otorga forma a la pieza. Se utiliza el giro del torno para ir modelando. Luego del primer torneado, se deja secar hasta llegar al estado de cuero (la pieza endureció pero aún esta húmeda). En este estado se retornea con herramientas que ayudan a emprolijar y dar la forma final.
Cuando el material secó totalmente se lo cocina por primera vez en una horneada de bizcocho (980ºC). Las piezas salen del horno listas para ser esmaltadas. El esmalte es vidrio en polvo coloreado con distintos óxidos y el medio es el agua que nos permite que éste se adhiera a la pieza. En la cocción en alta temperatura (1230º) los esmaltes son inestables y se comportan de manera menos previsible.
Según las curvas de temperaturas de la última horneada (esmalte) se pueden obtener reacciones como las cristalizaciones entre otras.
La quema a alta temperatura, al ser irregular, produce piezas únicas e irrepetibles.