Ubicada en Las Heras 50, el solar es una de las propiedades más antiguas de la provincia. Se construyó a fines del siglo XVIII y su primer dueño fue don Francisco Javier de Ávila y Godoy, uno de los vecinos más distinguidos del Tucumán colonial. En 1809, este caballero se casó con doña Ceferina Aráoz, prima del general Aráoz de La Madrid. La casa de "los Ávila" era la más lujosa del Tucumán de comienzos del siglo XIX y, por ello, era el centro obligado de las principales reuniones sociales. Se dice que por razones circunstanciales, no tuvo la "gloria" de ser elegida sede del Congreso de 1816.