Museo Casa Padilla 4.21

MUSEO CASA PADILLA

LA CASA

Su construcción se remonta al año 1750, y se atribuye como primeros dueños a la familia Domínguez (Dn. Diego y su hijo Simón). En el año 1826 ya era propiedad del entonces Gobernador de Tucumán José Frías Silva, y en 1870 la heredan sus hijos Lastenia y Justiniano. Del matrimonio de Lastenia y el Dr. Ángel C. Padilla (1837-1892), destacado jurisconsulto y hombre público, nació Alberto Padilla, cuya familia la habitó hasta 1962, año en que dejó de funcionar como vivienda particular.

Se trata de una casa señorial. Su distinguida fachada, exponente de la vertiente italianizante, enfatiza pilastras de orden corintio, ornamentadas con blancas molduras vegetales. Por encima de sus tres arcos de medio punto se dispone el friso con molduras de idéntica temática vegetal, rematando finalmente en balaustrada. Se destaca el trabajo de herrería de las aberturas.

La distribución interna responde a la típica casa “chorizo”, con sala hacia el frente, zaguán lateral, habitaciones organizadas en torno a tres patios sucesivos, fondo y cuatro habitaciones ubicadas en el ámbito del último patio.

En el año 1973 la adquiere el gobierno provincial e inicia su restauración, abriendo sus puertas como Museo desde el año 1976. Fue declarada Monumento Histórico Nacional, en el año 2001.

ERNESTO PADILLA (h)

Nació en Tucumán en 1899. Fue el único hijo del matrimonio del gobernador de Tucumán Ernesto Padilla y doña Elvira Salvatierra. En 1920, se graduó con el título de abogado en la Universidad de Buenos Aires, continuando sus estudios en Francia, en la "Ecole de Droit de París”.

Proveniente de un hogar de coleccionistas, amante de lo bello según los cánones de su época, siguió formándose en sus viajes de estudio. A su retorno definitivo al país se revela como un apasionado por el arte decorativo. Residiendo en Buenos Aires, logró que su colección cobrara fama, dada la exquisitez de sus componentes. A su vez, contaba con la amistad de destacadas personalidades de la elite cultural nacional, entre ellas Victoria Ocampo, quien le obsequió un vaso de la época Kien-Lung.

Hacia el final de su vida, Tucumán se transforma en la destinataria de su colección, y lega al Archivo Histórico de la Provincia su valioso acervo documental.

LA COLECCIÓN

El espíritu coleccionista de la familia Padilla, atesoró durante décadas una importante colección integrada por objetos de arte decorativo, mobiliario, pintura de caballete y grabados. Su variedad, calidad y conservación la transforma en patrimonio único de la región.

Las porcelanas orientales sang d boeuf y celadon, asignables al Periodo Chienlung (s.XVIII), los retratos de familia, la pintura religiosa, las naturalezas muertas y paisajes desplegados en los lienzos de la distinguida pinacoteca familiar, y el mobiliario europeo de los siglos XIX y XX, entre otros objetos, reafirman su condición de excepcionalidad.