En 1989, un grupo de mujeres solas unen sus esfuerzos, sus experiencias y sus habilidades para conservar la identidad regional y nacional, a través de la elaboración de comidas y postres.
En Manos Jujeñas, recrean cada día el sabor casero y norteño, además de otros platos, en un marco teñido por la música, el canto y la poesía de los artistas populares.