Las Flores De La Chico Vivero 3.33

67 num 219
La Plata, 1900
Argentina

About Las Flores De La Chico Vivero

Las Flores De La Chico Vivero Las Flores De La Chico Vivero is a well known place listed as Gardener in La Plata , Landscaping in La Plata , Garden Center in La Plata , Patio/garden in La Plata ,

Contact Details & Working Hours

Details

Las flores de la Chico- enero del 2015
La Chicona, mi abuela, la Chico para nosotros... amaba las plantas. Nadie como ella sabía cuidarlas.
Tenía lo que hoy llamamos dedos verdes, cortaba gajitos de un lado y los ponía en otro, y todo brotaba. Tenía ese don especial para cuidar de las plantas y disfrutar el jardín. Ella le decía su parque japonés.
Todavía recuerdo a mi viejo y mis abuelas preparando la huerta los fines de semana, mi bisabuela juntando huevos y dándole de comer a las gallinas, y la Chico regando sus rosales.
Un jardín lleno de recuerdos en el que ahora trabajo yo.
Imposible no detenerse a tomar unos mates y recordar esos momentos.
Llegué a esta casa en un momento muy especial, fue algo así como una visagra en mi vida.
Me tomó un tiempo acostumbrarme, la casa tenía sus tiempos y sus recuerdos, tiempos que yo no tenía, recuerdos que volvían, vecinos y amigos que me vieron nacer y crecer, y recuerdos de lo que ya no esta.
Todo tenía cierto misterio, de un modo u otro sentíamos que la Chico estaba con nosotros, entre sus plantas, tomando solcito en nuestro primer invierno en la casa.
Todos pasaban y preguntaban por ella, por su perrito, y por sus plantas.
Y lo infaltable, tocaban el timbre para pedir un gajito de una plantita que ella les dió y no les prendió. ¿Cuál será? Decíamos, si tenía un montón.
Y entre pedido de gajitos y la necesidad de trabajar, de una manera casi natural, surgió la idea de reproducir plantas, de hacer un pequeño vivero, de llevar un pedacito de ella a todos los que la querían.
Era un modo de continuar cuidando sus plantas, y de trabajar en casa, con mi familia.
Así entonces pensamos que en honor a ella debíamos llamarnos “Las flores de la Chico”.
Y un viernes 16 de agosto, con solo 5 variedades de plantas, Dorita, fue nuestra primer cliente. No me olvido más cuando me dijo tenes alegrías del hogar? Y si, tenía, pero eran todas rosadas y lilas, el color que le gustaba a la Chico. Mi primer cliente ya me decía que me faltaba y que le gustaba, recuerdo que compró un montón de calas y alegrías, y que estaba por llover.
La lluvia era buena señal, todo lo que comienza con lluvia era bueno para la Chico.
Obviamente que llegar a esos 5 cajoncitos de plantas no fue tan fácil, todo lo contrario. Nos faltaban esos dedos verdes, así que todo fue prueba y error, y como si fuera poco empezamos sin un peso.
Nuestras macetas fueron botellas recicladas, botellas que buscábamos en la calle, que nos alcanzaban los vecinos y clientes que se sumaban desinteresadamente.
La tierra era proporcionada por Carlitos, un vecino/ amigo de la casa, quien además de traernos baldes de tierra casi a diario nos daba consejos y nuevas ideas.
Y así parecía casi todo armado, tierra gratis, macetas también, plantas para reproducir teníamos y a simple vista todo parecía bajo control salvo por el tiempo que no controlábamos.
Tomaba tiempo cortar botellas, tamizar la tierra, y mas tiempo todavía tomaba esperar que las plantitas crezcan. Tomarle el ritmo era lo que necesitábamos.
El proyecto de vivero crecía, y crecía a una velocidad que no esperábamos.
Poco a poco fuimos quedándonos sin tiempo, sin plantas para reproducir, sin variedades; y poco a poco de demanda aumento. Debíamos crecer, dar pequeños pasos pero ya solos no podíamos.
Buscando ayuda en las redes sociales conocimos a Norberto Lucas, un amante de los cactus que estaba siempre dispuesto a ayudarnos, consiguiendo nuestras primeras plantas madres, muchas de las cuales siguen estando con nosotros y siendo pilares de nuestro producción.
El crecimiento continuó y nuevas ideas llegaron. La primavera corría y todos confiaban en nosotros para adornar sus jardines, sus canteros, y era casi normal que nos pidan arreglos de parques y jardines, de veredas, y algún que otro consejo sobre el cuidado de las plantas, de modo “casero”, orgánico, sin agroquímicos.
Y así surgió la necesidad de aprender más.
Yo pensaba, si estuviera mi viejo…, pero a falta de panes buenas son las tortas jaja, así que un gran amigo de mi viejo, Ricardo y su familia, encajaba justo en mi búsqueda de conocimientos. Siempre juntándonos a tomar mate, y pasar el tiempo y nunca había pensando en preguntarle nada de plantas, lo tenía todo tan cerca. Direcciones de sumillerías, forrajeras, conocimientos de todo tipo, y una forma muy especial de aprender, en familia.
Llegado el día de la madre, una nueva etapa estaba por comenzar.
Una etapa más especial que mezclaba otros recuerdos. Mi plaza, la plaza en que crecí, tendría una feria artesanal. Con ella tendría la oportunidad de mostrarnos al barrio, y de la mano de Cristian y Nahuel fuimos creciendo en la Feria Artesanal Plaza Matheu.
Era perfecto. Mi barrio, mi plaza, todo parecía perfecto salvo por el trabajo que demandaba, siendo solo 2 se complicaba. Así que decidimos buscar un proveedor de macetas, reciclar seguía siendo nuestra idea pero no contábamos con el tiempo para hacerlo.
Y así llegaron, directo de fábrica, las primeras macetas sopladas, parecía una locura comprar macetas por más de mil unidades.
Llenarlas nos llevó a conocer a Jesica del viverito, ella nos trajo mas plantas madres, tierra cuando la necesitamos, nuestros primeros bulbos de fresias, y muchos muchos consejos. Imposible olvidar sus palabras, la paciencia en esto es fundamental, y tenía razón.
También nos ayudaron mucho los grupos de intercambio de plantas, a conocer especies, cuidados, y por sobre todo a saber que plantas les gustan y porqué.
Y así terminaba nuestra primera primavera, y empezaba el verano. El mas caluroso verano de los últimos años, y con él vinieron muchas pérdidas, producto de la técnica de prueba y error, el clima demandaba más planificación, sobre todo para los futuros frios. Necesitábamos organizar espacios, como todos los viveros, comprar estanterías, nylon, media sombra, cajones plásticos y muchas cosas más.
Acá debo agradecer a Leo de Remates Checa que siempre tenía lo que buscábamos, o será que cuando uno arranca todo le viene bien jaja.
Con un nuevo año, un verano terminando, la casa llena de plantas y macetas, muchas ideas iban tomando forma. Viejos sectores de la casa cambiaban su forma para dar lugar a la producción en serie, a los futuros invernaderos, a las mesadas de trabajo. Por momentos todo parecía un caos, plantas hasta en la cocina, pero el orden llegaría algún día, de a poquito. Crecer demandaba orden, espacio, y tiempo.
Ese crecimiento fue coronado con la llegada de un nuevo contacto, un productor de plantas. Parecía ser la persona que nos entendería, ya que como nosotros tenía una historia similar. Ellos también eran dos, y planeaban todo con las mismas ganas que nosotros.
Era y es nuestra forma de compartir ideas, plantas, consejos, tenía todos los conocimientos para armar un vivero, y yo tenía un vivero a medio armar. Era la pieza que faltaba para armar este gran rompecabezas.
De productor a productor, en mayor o menor escala, cada uno en lo suyo, estamos aprendiendo a compartir ideas y conocimientos, es como encontrar otro colega con quien compartir las aventuras y desventuras del día a día. Y ayudarnos mutuamente a crecer.
En el medio no me quiero olvidar de algunas personas importantes para este crecimiento, Ana de un pequeño vivero de los hornos, Larissa con sus macetas, Marisel y sus gajitos de plantitas y la turba. Gracias!!!
Mucha gente ayudó, sin interés a lograr nuestro sueño.
Nuestra familia, principalmente, fue la que mas ayudó jaja, a mi esposa, mi coequiper en esta gran locura, la profesora de matemática que nunca había tenido una planta en la mano, a mi mamá que heredó dedos medio verdes, y me da una mano con la producción, mi hermano y mi cuñada que me ayudaron con los invernaderos y su armado, con ideas raras y voladoras pero efectivas, mis perros que rompen todo lo que esta a su alcance ayudándome a ser mas ordenado, en fin… es imposible detallar toda la ayuda, desde los chicos de la pollajería que me juntan cajones hasta las vecinas que me traen gajitos de plantas que no tengo, y todos aquellos que nos siguen eligiendo día a día.
Quiero también agradecer a quienes confiaron en nosotros como productores y siguen confiando día a día para, juntos llevar un poquito de las flores de la Chico a otros lados, para armar otros viveritos, u otros puestitos en ferias artesanales. Nosotros alguna vez también empezamos, también fue una fuente de trabajo, y quizas por esto es que nos encanta poder ayudarlos, aconsejarlos, y hasta empujarlos un poquito para animarse, porque trabajar con la naturaleza aleja penas y siembra esperanzas.
Para nosotros pasar de tener solo 5 cajoncitos con plantas a tener muchísimas plantas es un sueño hecho realidad, y cuando salgo al patio por las mañanas y me encuentro en el mismo lugar donde de chico jugaba y veo cajones y cajones de plantas sé que no solo es fruto de mi trabajo, también es la Chico, que anda por ahí cuidando que todo marche sobre ruedas. Porque así como me cuidaba de chiquito cuando jugaba con mi hermano, me cuida ahora, a mi, y a mis plantas.
Maxi