Chakana Wines 4.58

Chakana, la empresa, fue fundada el 2 de Mayo de 2002. El sueño fundacional fue el de un renacimiento en medio de la crisis que azotaba la Argentina desde el final del año anterior. Un renacimiento que tuviera como base el único activo que pudiera soportar la crisis e iluminar un futuro diferente para el país: sus suelos y su agricultura.
El 2 de Mayo es también una fecha muy importante para los indígenas que habitan el altiplano andino, quienes basan su vida en los mismos suelos. En esta fecha, los indígenas celebran el final de un ciclo agrícola y el nacimiento de uno nuevo. Durante la noche del 2 al 3 de Mayo, se celebra una gran festividad, donde los indígenas ofrecen su gratitud a las estrellas por el ciclo que ha terminado e invocan su protección para el próximo. En esa noche, la constelación de la Cruz del Sur, que viaja en circulo en el hemisferio sur apuntando al sur estelar, toma una posición perfectamente vertical, preparada para una nueva vuelta anual.
La Cruz del Sur tiene un nombre mítico para los indígenas: Chakana. La Chakana es un símbolo de fertilidad y esperanza, como un mandala indígena para invocar la protección de la naturaleza. Es representada por una cruz cuadrada que esconde la sabiduría gemétrica, geográfica y astronómica de los antiguos pueblos andinos.
Esta notable coincidencia de espiritu y propósito resultó evidente para Juan Pelizzatti durante un viaje iniciático a las ruinas andinas del lago Titicaca en Bolivia. El nombre entonces se transformó inmediatamente en una marca y una visión para el futuro.
De hecho, la Chakana simboliza los valores detrás de la bodega:
• La búsqueda incesante para comprender la sabiduría del cosmos
• El respeto de la tierra y la originalidad de sus productos
• La identidad provista por el legado Andino
Otra coincidencia de interés reside en el hecho de que los viñedos de Chakana están plantados en dirección noroeste, a 45 grados. Esta dirección tenía el nombre de la línea de Viracocha o la línea de la verdad para los Incas. A lo largo de esta línea se encuentran los principales centros sagrados de los Andes, uniendo Cuzco con Tihuanacu, el lago Titicaca y las minas de oro de Potosí. La dirección de plantación en Chakana fue elegida para que a la hora del día de mayor temperatura (3pm) los racimos queden protegidos del sol, para de esta manera conservar el tesoro de su expresión frutal.
Como una manera de retornar este vislumbre de sabiduría recibido en legado, Chakana dedica una parte de sus ingresos a beneficiar a la fundación de origen holandés de nombre homónimo, Chakana ONG. Esta organización independiente está dedicada a desarrollar proyectos de agricultura sustentable en el altiplano andino para mantener el legado cultural Aymara y Quechua.