¿Quiénes Somos? Nuestra historia…
A principios de los años 80, nuestros padres, Alberto Lagorio y Maria Liliana Boarini, comienzan a hacer embutidos (y chacinados) en su casa de San Nicolás, para consumo personal. Al poco tiempo, lo empiezan a vender a conocidos y familiares, pero con la diferencia de que se entregaba “fresco”, es decir, que cada persona debía secárselo por su cuenta.
Recién en la década del 90, por problemas de salud de nuestro padre, Marcelo Boarini (el Nono) continúa con su trabajo. Una vez jubilado, “el Nono” como todos lo conocen se dedica de lleno a la producción. A esta altura también se comienza a fabricar en Conesa, en la propia casa del Nono. Es desde este momento en que los embutidos y chacinados empiezan a secarse y venderse listos para consumir. La venta se fue extendiendo en San Nicolás y Conesa y poco a poco, la producción comienza a aumentar.
A finales de los 90, el mayor de nosotros dos, Guillermo, termina la secundaria y se une a esta actividad dado que le gustaban muchos las tareas relacionadas al campo. Un par de años más tarde, el Nono debe someterse a una cirugía, y es Guillermo quien se hace cargo del reparto, mientras que el menor, Diego, empieza a faenar animales en el campo.
Recién en el año 2008, Diego se incorpora al reparto con Guillermo y de allí arranca el trabajo en conjunto que llevó hasta la sociedad que hoy formamos: Chacinados Lagorio SRL.
Lamentablemente, en Agosto de 2013, el Nono fallece, dejándonos toda su experiencia.
Su espíritu incansable sigue presente en nuestro trabajo y en su casa en Conesa, donde aún hoy se siguen produciendo y comercializando nuestros productos, además del ya conocido reparto a domicilio que continúa acercándoles nuestras manufacturas siempre de la mejor calidad y manteniendo los procesos iniciales que nos fueron transmitidos.
Gracias por seguir eligiéndonos,
Guillermo y Diego.